Estebita, Miguel y Alberto salieron de Cuba a los 18 años portando la bandera del socialismo libertador y sabiendo que podían no volver. Para ellos aún hoy sigue existiendo una batalla que emprender, un enemigo contra quien combatir: Siempre en combate, Patria o Muerte, pero ¿cuál es el sentido de tales consignas hoy? Estos hombres representan el cruce de los tiempos: son seres en el umbral, situados más allá del soldado o campesino, de la perdición o la salvación, pues en el interior de ellos mismos coexiste un excepcional estado de las cosas.
Para capturar esta condición, me propuse hacer esta jungle movie de forma colaborativa, revelándose lo performático como el vehículo ideal para explorar la Historia más desde los cuerpos que desde la palabra.Esto conlleva, en última instancia, no tanto a hacer un cine político, sino más bien a politizar el cine; a hacer confluir método, forma y contenido para lograr traspasar los emblemas, las consignas e incluso hasta lo político, con el fin de hacer una película cuyo proceso pueda servir de cierta catarsis. Quizás ENTRE PERRO Y LOBO sea eso, un documento histórico generacional de seres cuya forma de estar en el mundo los convierte en una estirpe en extinción, aquella que se resiste a perder todo lo que los hace únicos e irrepetibles.
Irene Gutiérrez